jueves, 21 de mayo de 2020

UNOS PRIVILEGIADOS Y A BALSADA.


 Algo que nos parecía tan normal, tan cercano como ir a Casares, no pudimos hacerlo hasta este fin de semana pasado (dos meses desde que se decretó el estado de alarma). Algunas rutinas de las que a veces nos quejamos o no les damos valor, cogen un significado muy diferente cuando desaparecen (sin querer) de nuestras vidas. Volver a levantarse y ver este paisaje sigue siendo, para nosotros, un privilegio que hay que aprovechar sin perder tiempo. Porque nunca se sabe cuándo todo cambia.
CASARES, 16/5/2020. RÍO BIBEI DENDE CASA.
Después de las vistas idílicas vino la otra realidad: las hierbas se comen los caminos y todo lo demás (aún menos mal que Raúl va desbrozando), la familia ratón pasó el confinamiento en nuestra bodega muy plácidamente (la ropa vieja roída y sus cagadas da fe de ello) y el viento hizo de las suyas tirando macetas, ramas y lo que encontrara. Así que trabajo hay para un tiempo y ya empezamos con lo más cercano.
 COCO E TRESOR. A VER SE CAZAN A FAMILIA RATÓN NA BODEGA.
CASARES, 16/5/2020.

HAI MOITO QUE ROZAR, AÍNDA NON ACABAMOS. CASARES, 15/5/2020

         SE NON SE LIMPAN OS CAMIÑOS, NIN SE PODE PASAR.
 CASARES, 17/5/2020

   NO LO DEJAMOS TAN BIEN COMO JOSE MARI, PERO HACEMOS LO
QUE PODEMOS. CASARES, 16/5/2020.

   AÍNDA QUE OS CAMIÑOS NON O TERÍAMOS QUE
LIMPAR OS VECIÑOS, SENÓN O CONCELLO. CASARES, 16/5/2020.

NO SE VEÍAN LOS GERANIOS EN LA CASA DEL BAUTISTA.
CASARES, 16/5/2020

AHORA SÍ SE VEN. CASARES, 16/5/2020.

ASÍ ESTABA O HORTO. CASARES, 17/5/2020.

 
O HORTO DESPOIS DE LIMPAR ALGO. HABÍA UNHA CHEA DE AMORODOS.
CASARES, 17/5/2020.

O DÍA DAS LETRAS GALEGAS: O LIBRO PARA LAURA
 E OS AMORODOS COLLIDOS DO HORTO. CASARES, 17/5/2020.

DE CAMINATA. RÍO BIBEI, 17/5/2020.

Pero también hicimos hueco para empezar, otra vez, nuestras caminatas. Y cual fue nuestra sorpresa descubrir que se veía A Balsada, una aldea despoblada a principios de 1950, comida por la maleza, que conocíamos por fotos antiguas y por lo que nos cuentan nuestros abuelos, padres y vecinos, a la que nos habíamos acercado en una andaina organizada por la Asociación Boca do Monte de Anguieiros en el 2016 y que cada verano en el kayak, paramos allí para darnos un chapuzón.

 COMO ERA ANTIGAMENTE A BALSADA. FOTO CEDIDA POR
MARU E CAROL.

A BALSADA, FAI MOITOS ANOS. FOTO CEDIDA POR PEPE VENTUREIRA.

A BALSADA ESTE FIN DE SEMANA PASADO.

A ÚNICA CASA QUE QUEDA EN PÉ NA BALSADA. ANDAINA FEITA EN 2016.

RUINAS DAS CASAS NA BALSADA. ANDAINA DO 2016.

A BALSADA ESTE FIN DE SEMANA PASADO. RÍO BIBEI.

CANDO FOMOS A BALSADA NO ANO 2016.

A BALSADA FAI MOITÍMOS ANOS. FOTO CEDIDA POR SINDA.

 A BALSADA FAI UN PAR DE ANOS. ESTABA TOTALMENTE INVADIDA
POLA MALEZA, SOBRE TODO NA PRIMAVERA.

E A BASALDA O 17/5/2020, O CAMBIO É BO.

Os dejamos algo de la Historia de este pequeño pero bonito lugar, contada por los que un día habitaron un pueblo hoy ya desaparecido o por otras gentes que no viviendo allí sí tenían que trabajar sus huertas y frutales (eso que el embalse anegó las mejores tierras).
-MARU:
“Apenas tengo recuerdos de A Balsada porque me fui de allí muy pequeña para Casares. Mi padre era de allí, mi madre y yo de Cabanas. Pero al hacer el embalse y quedar nuestra casa inundada, fue cuando nos marchamos para Casares. Los últimos en abandonar el pueblo aunque mis padres iban todos los días a La Balsada porque allí habían dejado los animales (cerdos, gallinas, cabras…) además de las tierras cultivadas, ricas en fruta, castañas, aceituna... Se iban por la mañana y volvían por la noche, en barca. Siempre muy cargados para trabajar recuerdo a mi padre contar que cuando remaba el viento le venía en contra tanto de ida como de vuelta, la barca tan cargada de cosas. Mucho trabajaron allí mientras yo iba a la escuela en Casares. De lo que yo tenía que estar pendiente cuando no había escuela era de las cabras, sobre todo que no se escaparan (que siempre había alguna). Aunque no me puedo quejar porque lo cierto es que no trabajé la tierra a diferencia de otros niños. La guerra fue una desgracia y un miedo aterrador en A Balsada. Estaban los escapados escondidos en el monte y un día vino la guardia civil a buscar a algunos hombres que luego matarían. Se recuerda a una mujer, Norina, que estaba embarazada, agarrada y arrastrada a la pierna de su marido que ya no volvería a ver más. Mi padre también lo pasó mal, muy mal, estuvo preso en Quiroga, sin haber hecho nada como tantos otros. La casa que queda en pie es de un señor que se llamaba José, se fue antes que nosotros pero también iba por allí. Eran muchos los de Casares que con sus barcas se acercaban para trabajar las tierras, que daban de todo ”.
    MARU NA BARCA. Ó FONDO A BALSADA.
FOTO CEDIDA POR MARU E CAROL.

       MARU XA VIVINDO EN CASARES.  Ó FONDO SINDA,
MARISÍN E JUAN ANTONIO. FOTO CEDIDA POR MARU E CAROL.

MARU COA SÚA NAI ANUNCIA. FOTO CEDIDA POR MARU E CAROL.

-MARISOL:
“Ahí nació y vivió mi madre hasta que se casó con un casareño y se fue a vivir a Casares. Yo fui mucho cuando era pequeña porque había mucha fruta. Y desde ahí por la montaña iba mi madre a la escuela a Anguieiros!!. Eso sí que era sacrificio pero valió la pena porque aprendió a leer y a escribir que no era lo habitual en esa época”.
          MANUELA (NAI DE MARISOL, J.MARI
E MIGUEL),
        MILAGROS E ANUNCIA (NAI DE MARU)
EN CASARES. FOTO CEDIDA POR MARISOL.

MANUELA E SINDO (OS PAIS DE MARISOL, J.MARI E MIGUEL)
CON MARISOL E GERARDO, PRETO DA BALSADA. FOTO CEDIDA POR MARISOL.

-AMPARO:
“Mi abuelo tenía fincas con mucha fruta y sembraba patatas. Las manzanas estaban buenísimas y mucha gente cogió para injertar en las suyas. Íbamos en la barca y pasábamos muchos ratos allí. Qué recuerdos tan bonitos tenemos de nuestra niñez, somos unas privilegiadas”.

-SINDA:
“Ahí vivieron mis padres Clemente y Lola los primeros años de casados. Iban con la mayor, y allí nació la siguiente hija. Fueron años muy duros, pues papá tenía que ir hasta la presa a trabajar por caminos apenas hechos y mamá quedaba con las pequeñas y atendiendo casa, huertas y algún animal; en aquellos tiempos la guardia civil andaba buscando por los montes a personas (escapadas) e intimidaban a mi madre haciéndole pasar verdaderos sustos… Había unas manzanas enormes, recuerdo que mamá nos dejaba coger las que caían al camino, pues estaba al borde la huerta de arriba y con el terreno inclinado (como bien todos conocemos también en Casares). También recuerdo de pequeña que nos llevaban cuando iban a cuidar las huertas y a nosotros nos encantaba quedarnos en la antigua casa, al lado había una “eira” y lo pasábamos muy bien. Años más tarde, prestaron la casa a unos vecinos y ésta acabó incendiada… una pena”.
   CLEMENTE E LOLA COAS FILLAS MAIORES LOLI E
Mª CARMEN. FOTO CEDIDA POR SINDA.

       OS REMOS LOLI, DESPOIS TENTE, DETRÁS JORGE, DETRÁS CHIRUKA,
   DESPOIS SINDA E  DETRÁS TINITA (FILLA DE ALEJANDRINA E
ALBINO. FOTO CEDIDA POR SINDA.

-MI MADRE:
“Recuerdo viviendo allí a Lola y Clemente (de la casa de los de la carretera) y a Anuncia y Lisardo (los padres de Maru). Mis padres y yo y mucha gente de Casares íbamos hasta allí porque teníamos buenos frutales y soutos, todo estaba cuidado. También había una zona bastante buena para bañarse, una entrada de piedras que no te hundías de repente (como pasa en Casares). La casa que se ve en la actualidad es de un señor que se llama José y creo que todavía está vivo (me parece que vive en una aldea de O Barco). Tenía una barca y de vez en cuando se acercaba hasta allí y cuidaría algo de la casa que es la única que se mantiene en pie a día de hoy”.

-DANIEL E IDELISA:
Santo Tirso de 1942. Treinta y siete  personas (de Montefurado, Anguieiros, Sesmil, Enciñeira…) querían pasar desde A Balsada (hoy una aldea más abandonada) para ir, como cada año, a la fiesta de Casares aunque en esa ocasión el río viniera con mucha más agua de lo acostumbrado (la presa no existiría hasta 1956). Daniel recuerda que un tío suyo era uno de aquellos cinco remeros que llevaban la barca y que murió con otras once personas (entre ellas la madre de la Manuela, de la casa de “los de Madrid”). Todos los fallecidos fueron encontrados si bien algunos cuerpos aparecerían días después. Las causas de aquella catástrofe parecen ser varias: el río con mucha más agua de lo habitual (finales de enero), la barca venía con más gente (por motivo de la fiesta) y que una parte importante de ellos no sabría nadar. En el periódico se hace constar que murieron 38 de las 42 personas que iban en la barca y que se abrieron diligencias en el juzgado.
 
NOTICIA QUE APARECIÓ EN LA VOZ DE GALICIA EN EL AÑO 1992 COMO RECORDATORIO. FOTO CEDIDA POR CHIRUKA.
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