CASAREÑOS EN LA EMIGRACIÓN: LA PRIMAVERA YA ESTÁ AQUÍ.

jueves, 21 de marzo de 2019

LA PRIMAVERA YA ESTÁ AQUÍ.

Hemos aprovechado que este año el 19 de marzo fue festivo en Galicia para pasarnos cuatro días en Casares (aunque como otro fin de semana cualquiera nadie se acercó por allí). Mi madre se animó a acompañarnos para “ir preparando el terreno” (una vez pasen los médicos ya se quedará) además de la gata del Kike, que la tenemos en acogida provisional mientras no le den el alta en el hospital (esperamos verlo pronto por aquí).

TENEMOS ACOGIDA TEMPORALMENTE
LA GATA DE KIKE. ESPERAMOS
VERLO PRONTO POR AQUÍ. MARZO 2019

Entre barnizar, desbrozar, pintar, tapar un agujero por allí y recoger leña por allá, se nos pasaron los cuatro días volando, acompañados de un tiempo totalmente primaveral (excepto la mañana del domingo que llovió algo), con calor por el día que ya obliga a ir de manga corta (Laura ya está pensando en el primer baño en el río) y noches donde hace falta encender la estufa porque aún vienen bastante frías. Eso sí, nuestro trabajo nada comparado con el que Raúl y Edna están haciendo en su casa: van a tener la mejor terraza y las mejores vistas del pueblo.

Pero no todo iba a ser trabajar, unos buenos paseos hasta Peites (y encontrar tan bien a Gracia con sus 92 años es una alegría), hasta el mirador de Pontenovo-Navea y una invitación de Pepe de Montefurado para charlar un rato y conocer a su familia fue de lo mejor de estos días.

LA PRIMAVERA YA ESTÁ AQUÍ (19-3-19).

DE PASEO EL SÁBADO.

EN PEITES (19-3-19).

ESCUDO EN LA ENTRADA DEL CEMENTERIO
DE MONTEFURADO, NO SABEMOS SU HISTORIA (19-3-19)

BAJANDO DE PEITES, DÍA ESTUPENDO (19-3-19).

BONITAS VISTAS DE IVEDO (19-3-19).

MIRADOS PONTENOVO-NAVEA. MARZO 2019.

Le hemos propuesto a Pepe que colaborara en nuestro blog con algún escrito suyo (porque además de profesor es escritor y dibujante) así que aquí os dejamos un poema de su cosecha (nos ha gustado mucho), aprovechando además que hoy es el Día de la Poesía.

ROSALES MÍOS (PEPE POL)

Oh, rosales míos,

vos sois la cerca que ampara y defiende mi humilde caserío,

verdor ensangrentado con vuestro bermejo color

y bajo ese ropaje tan talar

vuestras afiladas armas todas,

las púas como garfio en punta.

Rosales que rechazáis, cual escudo, al colérico viento de invierno

pero si permitís el acceso de la primaveral brisa,

esa que yo para mi vida

ansioso espero.

Plantas queridas,

vallado natural de esta humilde casa mía

que parecéis quererla defender de la contaminación agresiva

y del brutal asfalto, losa que entierra la natural dicha.

Firmes, enhiestos

pero con sus múltiples brazos abiertos

están los rosales que quiero

esperando las lágrimas del cielo.

Todos en esta existencia

somos como los rosales

ofrecemos flores benditas

pero si nos quieren cortar nuestra flor y ramaje,

entonces enseñamos las duras espinas

y no dudamos en clavarlas en los que así nos traten.

Mis rosales son como unos nobles niños

juegan a coger las gotas de rocío

a ofrecer con su flor la sonrisa agradecida de quien recibe mimos

y también saben quedar desnudos, sin flores

sin hojas y sin colores

pero, al igual que a los niños, que nunca les falte el cuidado

de unos jardineros a su lado.

Que nunca la bella rosa

pierda sus pétalos en las manos que fieramente las deshoja

ni que un niño llore descalzo

porque le falta el cariño familiar y social que nunca negado

le debe ser a los que viven la infancia

y que son rosales carente de maliciosas espina

Sociedad cruel, no seas tú la que, con tu injusticia,

secuestres la niñez aniquilando esa flor

que para siempre pierde su color.

Al igual que hago yo con mis rosales

luchemos todos contra quien quiere contaminar la bella vida infantil;

reguémosle de respeto, admiración y valores

y no convirtamos la infancia en un semillero de traumas y miedos.

No sequemos la rosa antes de adquirir sus colores.

Acabamos con más fotos que nos habéis hecho llegar, además de noticias y actividades de la zona. El pasado es importante no olvidarlo. Y el presente tampoco.